jueves, 11 de septiembre de 2014

Amor.

"El amor luce bien en novelas quevenden finales perfectos".

¿Qué es el amor? ¿Es un "yvivieron felices para siempre"? "¿Es buscar en otra parte lo que noencuentras en ti? ¿Es la arrogancia de aferrarse a lo imposible? ¿Al finalsiempre se va?" ¿O se queda?

El amor es un elefante. El amor tienedos enormes colmillos formados desde su estructura ósea. Si bien son paradefenderse, no son dos miembros insensibles. Sufren de la misma forma en que lohace un endeble corazón. Da pasos lentos e hiciera un enorme estruendo al caer.Tiene una piel gruesa para que la indiferencia y el desdén tengan difícilpenetrar su cálido interior. El amor da caricias suaves y barritahistéricamente cuando dañan a los suyos.
El amor es atravesar glaciales corazasde frialdad con la ternura de un abrazo. El amor es un lobo disfrazado deoveja. Es llorar hasta dormir porque te gritaron y gritaste, y te insultaron einsultaste, te arrebataron el plato y te marchaste sin cenar. El amor es taningrato que te acostumbras a sufrir y entre el odio y la paciencia, lapaciencia se fue acabando y el odio permaneció. Pero el amor es sufrir sinpoder odiar. El amor llega a doler por años y un día al despertar habrá sanadopor completo. Sólo así, de repente. El amor es ver a Sebastián Ruli con ellamientras la escucho papasearlo y reír internamente. El amor es pelear porteléfono y después llorar porque ya no puedo escuchar su voz todo el día.

El amor es abordar un tren, ir mirandopor la ventanilla y sentir esa desgarradora impotencia cuando notas que no eresel conductor. Así que siéntate y disfruta el viaje. El amor es este tren que aveces va demasiado lento cuando tienes toda la prisa del planeta, y que avanzamás rápido de lo que quisieras cuando necesitas un poco de tiempo. Es habertedormido un momento en el asiento y despertar por el estruendo de un caminoaveriado, o la explosión de un accidente, buscar al conductor y percatarte deque está borracho. Sentir un escalofrío que te recorre el cuerpo porque no hayforma en que puedas mover el desgraciado vehículo ni de pinche chiste, así queni hablar. A esperar a que el conductor saque la línea de coca y le regrese laentereza para conducir. El amor va en este tren que hace paradas tan continuasque terminas confundiendo de dónde vienes y a dónde vas. Es tener que volver aconfiar en el desvariado conductor porque, ni modo, ese te tocó. El amor esvolver a confiar en ese hombre que fue tu héroe 50 veces y que te mintió más de100. Y de todas formas, volver a levantarle el monumento que destruyó la últimavez con su punzante indiferencia. Y al llegar a la estación, finalmente el amores agradecer de todo corazón el largo viaje, con todo y baches, y caídas, ychoques, y tropiezos. El amor es esperar el tren un viernes por mes para viajaren él por lo menos tres días.

El amor es como el baile, sutil peropoderoso. Donde, al igual que en la vida, los pies son el vehículo. El amor espracticar día a día, y discutir con el reflejo por qué chingada madre no tesale como debería. Y lanzar las zapatillas al otro lado de la duela, bufarmientras las miras por unos instantes para después ir a recogerlas porque,bueno, en realidad las amas. El amor es desear ser el mejor sobre tus pies, ylos maltratas, los azotas, lanzas patadas furibundas de impotencia, perovuelves a empezar. Y ellos no han de quejarse. Será quizás porque te amandemasiado o porque no tienen boca. Pero yo creo que es a causa del amor.Mientras más crece el amor, más duro es mantenerlo con vida, así que elentrenamiento se vuelve cada vez más intenso y las uñas de los pies se caen.Medio que los vendas, pero sigues explotándolos arduamente, y ellos noprotestan. Ni siquiera procuran causarte dolor para que puedas continuar. Y unavez que te vuelves este bailarín experto, te das cuenta de lo valiosos que tuspies han sido. Y les pides perdón. Pero lo curioso es que te perdonan. Porquesi permitieron que continuaras hasta el final es porque querían verte en lacima de tu anhelo. Son esta extensión de ti, este pedacito que nació del mismovientre y al que llegas a maltratar más de una vez para después arrepentirte ypintarles las uñas de su color preferido como si eso fuera suficiente paracompensar todo el daño. Lo más increíble es que de hecho lo es.

El amor es tener un hermanito molestoque habla hasta por los codos y a la más mínima provocación se vuelve como unoso salvaje. El amor es este oso pequeñito que sabes que cuando crezca podríaasesinarte, pero confías en que no lo hará porque lo amas tanto como a unpropio hijo. ¿Alguna vez diste un oso de peluche como símbolo de amor? Esporque asociamos la imagen del oso con la idea del romance, sin embargo noconozco a nadie que se haya detenido a pensar, espera, un oso salvaje podríadevorarte de un bocado. ¿Qué tiene eso de romántico? Quién sabe. Debe ser suapariencia afelpada y el diminuto tamaño con el que los presentan. Sea comosea, ni siquiera yo puedo negar que su imagen me provoque tanta ternura que meolvido de todas esas características abominables y procuro ser un buen ejemploa seguir. Como ese pequeño osito problemático, Koda, y yo como Kenai. Como unoso asesinó algunas de mis mascotas y destrozó unos cuántos suvenires. Perocomo un inocente osito no puedo odiarle, sólo amarle con todo y su instintosalvaje.

El amor es musical. Do re mi fa sol lasi. El amor es tan intenso y reboza de exacerbados matices tal como la música.El amor es tocar el instrumento exacto de la manera adecuada. El amor es"I will always love you". El amor es un piano, el amor es una guitarra,el amor es un saxofón. ¿Has intentado tocar un saxofón alguna vez? Yo sí. No essimplemente inhalar aire suficiente y soplar en la boquilla inflando loscachetes como un hámster imbécil. Es -mira como lo toco yo- y darte cuenta deque hay escondida detrás de la técnica toda una parafernalia extraordinaria denegras y corcheas sobre un pentagrama en sol y en fa. El amor es intentar tocarel saxofón después de haber visto cómo se hace y sentir esa emoción de haberlesacado un desafinado TUUuuuuUuUUUUH mientras el verdadero saxofonista se tapalos oídos y te dice ¡me da algo cuando lo escucho sonar así! pero de todasformas te alienta para que sigas intentándolo. Sí, el amor es música:practicas, no sirves, practicas, no te sale, practicas, ya sirves para limpiarel instrumento por lo menos, vuelves a intentarlo, y parece que funciona, lointentas de nuevo, no, esto no es lo tuyo. Duermas, despiertas, tomas elinstrumento y de alguna forma el trabajo duro dio frutos: ya puedes entonar 3notas. Ahora sólo faltan 257. ¡Qué importa! El amor es intentar una y otra vezhasta que te salga. Y si eres lo suficientemente perseverante, tendrás algopara enorgullecerte a lo largo de un par de años.

El amor es una metáfora sin sentido niforma. Es literal o surrealista. O cúbico, o matemático, una rana, un vaso deagua, un caracol o un gato. El amor es subjetivo. ¿Qué es el amor? El amor essólo eso. El amor es Dios.





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